Cada día, trabajadores, México y accidentes laborales convergen en una realidad preocupante: la mayoría de los incidentes son provocados por errores humanos evitables. El 85% de los accidentes se atribuye a actos inseguros derivados del desconocimiento de protocolos: posturas peligrosas, uso inadecuado de las manos, omisiones al asegurar el equipo o mal uso del equipo de protección personal (EPP).
Entre 2018 y 2023, más de 174,000 accidentes laborales ocurrieron en los sectores de construcción, manufactura y transformación. Tan solo en 2024, el IMSS reportó 1,211 accidentes en empresas, siendo las manos y brazos las zonas más lesionadas. Esto demuestra que los trabajadores siguen expuestos a caídas, atrapamientos y riesgos por maquinaria.
En ese mismo año, 1.5 millones de personas dejaron de trabajar por accidentes, lo que generó un gasto en subsidios de más de 10.7 millones de pesos, según el IMSS. A nivel global, la OIT, riesgos laborales y PIB mundial están conectados: se estima que las pérdidas provocadas equivalen al 5.4% del producto interno bruto, superando los 4 billones de dólares anuales.
“La seguridad laboral, prevención y estrategia operativa deben entenderse como una sola cosa. Invertir en prevención es proteger el talento, reducir pérdidas operativas y construir entornos de trabajo sostenibles donde las personas puedan desarrollarse sin poner en riesgo su integridad”, afirmó Herman Saenger, country manager de TÜV Rheinland de México.
Drones industriales optimizan seguridad y reducen riesgos
Frente a este panorama, los drones, seguridad laboral y tecnología escalable emergen como una solución eficaz para fortalecer la gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). Su uso se alinea con estándares internacionales como ISO 45001 y las regulaciones de la STPS. Además, se integran a las estrategias de transformación digital y sostenibilidad organizacional.
Estos dispositivos permiten realizar inspecciones visuales, incluso en zonas de difícil acceso, lo que disminuye el riesgo de caídas o colapsos. Equipados con cámaras 4K, sensores térmicos y funciones de análisis, los drones detectan condiciones inseguras, anticipan fallas mecánicas o supervisan actividades críticas como el movimiento de cargas o detonaciones controladas.
También facilitan el reconocimiento de riesgos, la localización de personal y la generación de evidencia visual para auditorías o investigaciones, convirtiendo la supervisión tradicional en una herramienta predictiva.
Seguridad inteligente basada en datos
Empresas que han adoptado esta tecnología reportan una reducción de hasta 40% en eventos críticos, mayor eficiencia en inspecciones y menor exposición directa del personal a zonas peligrosas. Además, los costos operativos, accidentes graves y supervisión técnica se optimizan, ya que implementar drones puede costar entre cinco y diez veces menos que un solo incidente de alto riesgo.
“La adopción de drones en entornos industriales es una decisión estratégica, orientada al futuro. No solo se trata de evitar accidentes, sino de proteger el talento, asegurar la operación y fortalecer la reputación empresarial”, agregó Saenger.
Incorporar drones transforma el enfoque de la SST: de reactivo a predictivo, de cumplimiento a cultura, de costo a inversión. Se trata de evolucionar hacia una seguridad inteligente, sustentada en datos y decisiones oportunas, que protege vidas y garantiza la sostenibilidad operativa.
Fuente: https://mexicoindustry.com/

